Los anclajes en tierra o roca se utilizan para la estabilización y el mejoramiento de terrenos, con el principal fundamento de transmitir una carga de tensión superficial a un manto de soporte a profundidad, generándose de esta forma, un aumento de las fuerzas de fricción resistentes en la superficie de falla potencial, que a su vez, aumentan el factor de seguridad del talud.
El anclaje puede ser activo o pasivo, según se indique o no, la aplicación de una carga de tensionamiento al final de la construcción.
Los *anclajes activos* generalmente se construyen con cable torón (1/2” o 5/8”) en profundidades superiores a 12m, con zona de bulbo inyectada a presión y cargas de tensionamiento superiores a 30ton. Sus principales aplicaciones incluyen estabilización de deslizamientos de alto volumen, muros y pantallas de contención, estabilización de excavaciones, estabilización de taludes en presas y control de levantamiento o falla de fondo.